¿Cuánto es suficiente?

El significado de suficiente es relativo, varía de persona a persona, pero esa no es la única variable. Porque a pesar de que tu suficiente es diferente al mío, mi suficiente o el tuyo puede variar conforme nos acerquemos a él. Es decir, es un objetivo móvil.

Si te preguntas ahora mismo, ¿con cuánto ingreso mensual serías feliz? Me darás un número que no será exagerado, para no parecer avariciosa. Pero conforme te acerques a ese número, ya no parecerá tan suficiente como antes.

Porque probablemente tu estilo de vida cambió cuando empezaste a ganar más dinero. Ganas más, gastas más. Así sucede la mayoría del tiempo. Y cuando menos lo piensas, ya estás en esa espiral de querer más y más sin detenerte a pensar, ¿cuánto es suficiente?

Para nada te culpo, el mundo actual está diseñado para que siempre quieras más—nuevo iPhone, ropa de moda, el último gadget. Es más fácil caer en las garras del capitalismo que vivir en la periferia, solo teniendo las cosas necesarias y uno que otro gusto.

¿Cuánto es suficiente para ti? 🔗

Algunos solo pueden reconocer ese suficiente cuando lo pierden todo.

Jerry Seinfield, un comediante estadounidense muy popular, dijo una vez: "la única forma de saber dónde está la cima es viviendo la caída, y eso no me interesa, he tenido suficiente".

La única forma de saber cuánta comida puedes comer, es comiendo hasta que vomites. Pero pocos lo hacen porque pierdes más de lo que ganas, no vale la pena.

La única forma de saber cuánto riesgo puedes soportar en tus inversiones, es arriesgándote de más y perdiendo dinero. Y, sorprendentemente, muchos lo hacen.

Son ejemplos extremos, más no son extraordinarios. Y no quiere decir que tengas que pasar por ellos para encontrar tu suficiente. Una introspección a fondo de tus objetivos, acciones y deseos te debería dar una buena primera impresión de hasta dónde quieres o puedes llegar.

Si de verdad quieres estar seguro de haber llegado a la cima, tendrás que vivir la caída. Si no, ¿cómo sabrás que esa era la cima?

El dinero no es la raíz de todos los males, pero la falta del mismo sí.

Estrés, ansiedad, depresión, angustia—son sentimientos y estados correlacionados con la falta de dinero. No que esto sea la única causa, pero ciertamente sí es una de las principales.

Eso no quiere decir que tener estúpidas cantidades de dinero causen el efecto opuesto. Hay evidencia de que, hasta cierto punto, más dinero no necesariamente equivale a más felicidad.

Una vez que nuestras necesidades básicas están cubiertas, así como las de todos los dependientes de la familia, tener más dinero se vuelve menos relevante para la felicidad.

Las preguntas para ti son:

• • ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para tener más dinero?
• • ¿Cuántas horas de sueño puedes dejar pasar?
• • ¿A cuántas reuniones familiares dejarás de asistir?